domingo, 12 de enero de 2014

LAS VIÑAS, de Manuel Fernández Mota





SINOPSIS:

Se trata de una novela histórica, pero realizando su argumento de forma literaria contada en primera persona. Basada en la vida de una familia desde antes de La República, durante la Guerra Civil, hasta los maquis en un pueblo de La Axarquía malagueña. La familia la forman los padres y sus cinco hijos, en un ambiente pueblerino pero dentro de un estado de economía aceptable, y de mucho renombre en el pueblo.

Forman la familia: Enrique es de izquierdas; Anita quiere ser monja; Jacinta tiene novio y está muy enamorada; Marcos es de prácticas religiosas; y Emilio (el narrador), empieza la novela siendo muy niño, y en él tiene la familia todas sus ilusiones para que estudie y llegue a gran altura.
El estilo literario, directo; culto, pero al mismo tiempo pueblerino; trágico, pero siempre con alguna nota de humor, imparcial en las ideas. Todos son vivencias reales, aunque no todos los hechos ocurridos en el mismo lugar. Las viñas se llenan de inocencia, amores, esperanzas, metrallas, tragedias y muertes. Los personajes llenos de humanidad en toda la miseria y la grandeza del ser humano. 


El pasado mes de noviembre Manuel Fernández Mota presentaba en su pueblo natal, Sayalonga, hermoso enclave de La Axarquía malagueña, su libro "Las Viñas".

En un emotivo acto, que reuniò a jóvenes y niños, así como a familias y personalidades del lugar, Fernández Mota hizo alarde de su prodigiosa memoria y su incansable pasión por las letras, deleitando a los presentes con recuerdos de su infancia y juventud por todos los vericuetos del pueblo, así como con la recitación de unos cuantos poemas de su extensa obra. 
En un ambiente jovial y distendido, Mota no escatimó en halagos hacia los jóvenes del pueblo, que demostraron, con su presencia y entusiasmo, su interés por todo lo relacionado con el autor y la literatura en general; y agradeció su asistencia firmando y dedicando uno de sus libros de poemas que regalaba a cada uno de los niños allí presentes.
Una semana antes de la presentación de "Las Viñas", desde la asociación cultural "Culturarte Sayalonga", a la cual pertenezco, me propusieron la genial idea de impartir un taller de escritura creativa en el colegio del pueblo, con el fin de que los alumnos de entre 8 y 12 años conociesen la extensa vida de uno de sus convecinos, así como sus éxitos literarios. 
Enseguida les caló hondo la original manera en que el autor de "Las Viñas" tomó contacto con la literatura, a pesar de sus orígenes humildes y su destino en el campo, como era común en la época.
Ocupando el noveno lugar de una familia campesina de nueve hermanos, Mota se vio obligado a dedicarse al campo, como el resto de habitantes de su pueblo.
Aunque sintió desde muy pequeño un gran amor hacia la literatura y la poesía y se formó con la lectura de los clásicos, la Guerra le impidió estudiar, pero él hizo de los montes su universidad.
A la edad de 35 años empezó el Bachillerato, cursando después la carrera de Magisterio, profesión a la que se dedicaría hasta su jubilación.
Fundador y director de la revista poética "Bahía", en Algeciras, ha publicado veintidós libros de poesía, cinco de historia, dos novelas y algunos estudios sobre poesía, y su obra es conocida y valorada de manera muy positiva.

Ya había empezado a leer esta novela antes de su presentación, en Sayalonga, y la estaba disfrutando muchísimo pero, sin lugar a dudas, una vez que conocí a su autor, digamos que hubo un antes y un después en mi forma de entenderla y apreciarla.

Con una prosa descriptiva, a la vez que hermosa y muy cuidada, Manuel Fernández Mota nos sorprende con un esmerado uso del vocabulario, sencillo pero a la vez preciso, buscando el adjetivo adecuado para cada frase, con el resultado de una narración minuciosa y muy rica en matices.
"Las Viñas" es una novela que te introduce de lleno en las costumbres pueblerinas de la época, así como un magnífico retrato sobre la Guerra Civil, pero con la particularidad de que no pretende ser un libro histórico, ni como ha dicho su autor, tampoco se trata de su "historia", sino que pretende ser un mensaje para todas aquellas personas que creen en el destino.
Me he sentido inmersa en la narración, en su argumento, muy identificada con los personajes que la pueblan, empática con sus peripecias, con sus sueños, sus tragedias y sus vicisitudes. Cargados de fuerza, sensibilidad y humanidad, enternecen en cada una de sus apariciones, algo que resulta patente a lo largo de todo el relato, gracias al esfuerzo del autor por dotarlos de gran credibilidad y por la inmensa carga poética que destila toda su prosa.
Emilio, el miembro más pequeño de la familia, protagonista y narrador de la historia, supone el pilar en el que se sustenta esta maravillosa novela. Sensible, inocente, crédulo y bonachón, nos introduce en su vida diaria, en las costumbres de su familia y sus vivencias; plasma las ilusiones que la familia deposita en él y en su futuro, y relata cómo la Guerra Civil afectó a cada uno de sus miembros.

Con un estilo culto, pero al mismo tiempo con matices pueblerinos, claro, sobrio y sagaz, me ha impresionado cómo el autor ha conseguido narrar toda la historia, entremezclando los hechos y vivencias de sus protagonistas, siempre desde el punto de vista de un niño, con la sensibilidad y la inocencia infantiles, pues con cada capítulo me identificaba en todo momento con Emilio, el narrador. Y, para mí, otro aspecto a favor de este relato es el hecho de que se mantiene totalmente imparcial en las ideas, algo que a veces resulta difícil de evitar, sobre todo cuando se trata de un libro en el que se alude a temas muy controvertidos. 

Sin duda, una novela que me ha fascinado, me ha devuelto por momentos a mi infancia, me ha hecho reír, entristecerme, me ha conmovido y me ha acercado a cada uno de sus personajes, con sus amores, sus tragedias y esperanzas. Me ha resultado sorprendente cómo el autor provoca la interrelación entre todos ellos de una manera tan sutil y amena.
Una magnífica obra que os recomiendo, no sólo para gozar de un rato agradable y disfrutar de una buena lectura, cercana y tierna, sino también para conocer las costumbres y el modo de vida de un pueblo en la España de antes de la guerra.

Si también sois amantes de la poesía, os aconsejo que no os perdáis cualquiera de las restantes obras de Manuel Fernández Mota. Aquí os dejo un poema de su libro "Chiribitas", para que disfrutéis de su genialidad:

"Yo conocí la dicha, el amor, la alegría.
Tuve horas de vuelos sin barreras.
Todo se fue.
Todo se me perdió tragado por la niebla;
pero aún tengo en las manos
los latidos calientes de la vida.

Horas de ayer, horas que fueron mías,
brotadas de mi fuente, encendidas, amadas,
grabadas en mi pecho.
Ayer se fue,
se perdió en el vacío, pero el tiempo
aún palpita en los astros y en los besos"






5 comentarios:

  1. Magnifica reseña, Maria. No conocía esta novela ni a su autor, pero pinta muy bien.
    Me animare a leerla, seguro.
    Un abrazo fuerte.

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  2. Estima María, hace tiempo que sigo tu blog y sin duda creo que esta es la mejor reseña que has escrito. No leí la novela aunque la tengo pendiente, me llega muy de cerca la historia y el autor y tengo un enorme interés en ella pero tu exposición trasluce el cariño y la emoción que has sentido con su lectura así que sin más demora será el siguiente libro junto a mi lampara de lectura. Conozco al autor y su poesía así como sus ensayos históricos y es de destacar como siempre ha puesto toda su pasión y humanidad en su escritura. Sus libros están trufados de continuas referencias a su niñez y a la tierra en la que pasó su infancia, tierra que comparto con el por lo que me siento más cerca de sus lecturas. Es loable por tu parte que dediques también un espacio en tu blog a autores menos conocidos pero muy destacados en su trayectoria intelectual y además malagueño. Enhorabuena por tu nueva reseña

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  3. Me ha costado un montón conseguir el libro, al final lo he encargado en el corte ingles y en 3 días me lo entregan. En cuanto lo lea, comentare la novela.
    Muy bonita tu reseña.

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  4. No conozco la novela ni a su autor, pero parece interesante y una historia entretenida.
    Igual me animo a leerla.
    Me ha gustado mucho esta reseña.

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  5. Saludos a tod@s. Soy Raquel Mateos Fernández, nieta del autor. Les prometo que merece la pena leerla. Estos días recordamos su muerte, y buscando recuerdos suyos en internet he encontrado este maravilloso blog.

    Gracias a tod@s.

    Espero que os haya gustado si la habeis leído o, de lo contrario, que os guste en el futuro.

    Un saludo.

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