domingo, 9 de noviembre de 2014

LA ELEGANCIA DEL ERIZO, de Muriel Barbery


SINOPSIS:

En el número 7 de la calle Grenelle, un inmueble burgués de París, nada es lo que parece. Dos de sus habitantes esconden un secreto. Renée, la portera, lleva mucho tiempo fingiendo ser una mujer común. Paloma tiene doce años y oculta una inteligencia extraordinaria. Ambas llevan una vida solitaria, mientras se esfuerzan por sobrevivir y vencer la desesperanza.

La llegada de un hombre misterioso al edificio propiciará el encuentro de estas dos almas gemelas.
Juntas, Renée y Paloma descubrirán la belleza de las pequeñas cosas. Invocarán la magia de los placeres efímeros e inventarán un mundo mejor. "La elegancia del erizo" es un pequeño tesoro que nos revela cómo alcanzar la felicidad gracias a la amistad, el amor y el arte. Mientras pasamos las páginas con una sonrisa, las voces de Renée y Paloma tejen, con un lenguaje melodioso, un cautivador himno a la vida.




Este libro ha sido mi segunda elección para el "Reto". En infinidad de ocasiones me propuse leerlo, pues me lo recomendaron muchas veces, pero siempre lo postergaba, dando cabida a otros que me atraían más.

Me alegro de haberme animado por fin, pues la verdad es que esta novela me ha cautivado casi desde el principio, y digo "casi" porque al empezar a leerla me "asusté" solo de pensar que tenía por delante otro de esos tostones literarios, que pretenden dar lecciones sobre moral a quien los lee. Pero poco a poco, me fue adentrando en una buena historia, en las intrincadas vidas de sus personajes y en las singulares relaciones que se establecen entre ellos, hasta que me mantuvo enganchada hasta el final.
Divertida, con una ironía como encubierta, fruto de esa habilidad de "decir sin querer decir", con una sencillez y capacidad a la hora de acometer cada situación, que denota un talento narrativo y una inteligencia inusitadas.
La historia en sí no tiene mucho de original, al contrario, pero el toque mágico, el broche de oro lo ponen tanto el personaje de Renée, la portera, protagonista principal de la novela: una mujer muy sabia, a la vez que original, culta, con una clase y una educación exquisitas, que esconde todo su saber y se camufla entre tanto insolente como tiene de vecino; como Paloma, otro de los personajes que destacan en esta narración: una niña con una extraordinaria inteligencia, pero incomprendida, que se siente aislada dentro de su propia familia y solo encuentra consuelo en Renée, pues es la única que descubre la capacidad intelectual de la joven y la única que presta oídos a sus inquietudes. El principal objetivo de ambas es pasar desapercibidas para los demás, vivir en su propio mundo, y permitir que entre ellas se cree tal vínculo de comprensión, simpatía y amor que enternecen al lector.
Sus vidas podían haber discurrido en paralelo, sin encontrarse ni conocerse, de no ser por la presencia de un tercer personaje que aparece en escena, que es quién descubre que ambas mujeres son dos almas gemelas únicas y es el que sirve, además, de conexión entre ellas.

En mi opinión Muriel Barbery ha conseguido, con gran habilidad y elegancia, desbordarnos de magia en una maravillosa novela que se desarrolla como un cuento, que expone una situación totalmente cotidiana y convencional,  siempre con su toque de humor extremo, sin dejar ningún detalle al azar.
Por momentos, puede parecer un libro de autoayuda, quizás  por las altas dosis de filosofía que inundan sus páginas, aunque a mi me ha parecido más un libro que aporta interesantes respuestas a diferentes cuestiones que podríamos plantearnos con su lectura, que nos hace pensar y sentir que las personas no siempre son lo que parecen, y que detrás de cada una se encuentra siempre una historia determinada, un sentimiento, una experiencia que la ha conducido por caminos que igual, en otras circunstancias, no habría elegido jamás. Una hermosa novela que nos acerca a los personajes y nos incita a recapacitar, incluso, sobre lo que no nos gusta de nosotros mismos.
Todo ello de una manera solapada, sin artificios, simplemente a medida que vamos leyendo nos damos cuenta de lo identificados que nos sentimos con los personajes.

Aunque al principio cuesta adaptarse al tipo de prosa, muy rica en matices, a las diatribas filosóficas de la autora y a la personalidad de cada uno de los protagonistas, a medida que avanzamos en su lectura,  resulta una historia entretenida, a la vez que sencilla, pues no es una novela demasiado extensa. Y, sobre todo, el final es totalmente sorprendente e inesperado. Cuando estás convencida de que los acontecimientos van a ir por unos derroteros, de repente, sin esperarlo, la autora da un giro a la narración y te deja con un sabor agridulce y triste, con la sensación de que lo ocurrido es inexplicable.
Os la recomiendo, es muy interesante y entretenida, y merece la pena descubrir al personaje de Renée, la portera, un portento de mujer con una inteligencia y astucia desbordantes.

                                       

3 comentarios:

  1. Estimada María, agradezco tu reseña sobre este libro y la considero muy acertada. Es un libro que como bien dices parte de una historia sencilla pero que consigue conmover al lector con el uso del lenguaje al que dota de esa capacidad casi mágica de transmitirnos emociones y es que las palabras no solo sirven para ponerse una detrás de otra sino que deben tener la capacidad de conmovernos y transmitir emociones. Tus reseñas suelen estar llenas de palabras vivas que transitan por el mundo de las emociones y en esta creo que una vez más lo consigues haciendo que no solo la historia nos interese sino también la posibilidad de sentir y emocionarnos con los protagonistas. Un saludo

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con Jose Luis, sobre tu reseña y sobre la novela. Es una joya, yo la he leído para un taller de lectura y no nos cansábamos de comentar cada detalle. Sin duda, lo mejor, la portera. Una mujer fascinante!!!

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  3. Esta novela es magnífica, un libro que no debería perderse nadie. Yo la leí dos veces, y no deja de sorprenderme. Coincido con los demás en que lo mejor de todo es el personaje de la portera, me encantó. Buena reseña.

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