PAPILLON, de Henri Charriére

SINOPSIS

Sòlo cuarenta y tres días después de su llegada al presidio de Cayena, en la Guayana Francesa, Henri Charriére, conocido como Papillón, intenta, sin éxito, su primera fuga. Habrán de pasar trece años de preparación minuciosa antes de lograr la evasión definitiva. La dureza de la vida en el penal y la infinidad de peripecias a través de la selva en el camino hacia la libertad, narradas con la fuerza de la literatura oral, hacen de este relato un sincero documento humano y un apasionante libro de aventuras.

Esta obra sirvió de base a la película del mismo título protagonizada por Dustin Hoffman y Steve McQueen.

He oído hablar de esta historia en infinidad de ocasiones, incluso conocía la existencia de la película y quiénes son sus protagonistas, pero no me atraía lo suficiente como para embarcarme en su lectura, sobre todo, por el hecho de conocer el desenlace.

A pesar de que lo compré hace años, no se despertó en mi el interés por esta magnífica obra hasta que salió a relucir en una reunión de amigos. Es increíble que, a pesar del tiempo transcurrido desde que fue publicada, sigue asombrando a todos aquellos que se animan a leerla.

Acusado de asesinato y condenado a cadena perpetua, este personaje del hampa conocido con el alias de Papillón, se decide a publicar esta novela en la que relata minuciosamente todas las injusticias, vejaciones y humillaciones que padece durante su cautiverio, así como los secretos y tejemanejes tanto de los presos como de los guardias de la prisión que, unas veces conseguirán facilitarle y mejorar su estancia allí, y otras muchas convertirán sus días de cautiverio en una pesadilla.

Comienza la historia con un Henri Charriére de tan solo veinticinco años, de camino hacia la Audiencia de lo Criminal, donde será acusado de asesinato y, a partir de ahí, se verá inmerso en una pesadilla que durará aproximadamente trece espantosos años.

En sus primeros años de presidio nos encontramos a un personaje con el vigor y la rebeldía propias de esa edad, su afán de lucha y resistencia frente a un sistema carcelario que le resulta injusto y codicioso, donde el soborno se encuentra a la orden del día. Nos adentra en el entramado de una de las cárceles más crueles del mundo, en la Guayana Francesa, donde la lucha por la supervivencia será una constante y la ética, los principios fundamentales de cualquier ser humano así como los valores en la honestidad, la valentía y la  solidaridad, brillarán por su ausencia en gran parte de la narración.

En un escenario donde muchas veces se percibe la sensación de que todo está perdido, donde las ilusiones se sitúan en un segundo plano, también destacan entrañables historias de amistad, compañerismo y reencuentros anhelados y provocan un contagio de emociones que resultará impactante para el lector, hasta el punto de lograr cierta compasión por cada uno de los prisioneros.

A lo largo de toda la novela se ponen de manifiesto los errores del sistema, la codicia de los que gobiernan y los pocos escrúpulos de quienes, cada día, han de custodiar a los reos y compartir con ellos sus inquietudes, sus deseos y sus sueños.

Con inusitada rebeldía y una férrea voluntad, varios intentos de fuga fallidos lejos de frenar al protagonista, le incitan a ser más cauto y a buscar una solución, mucho más arriesgada, pero efectiva, que le conducirá finalmente a la ansiada libertad.

Como la novela está basada en la historia real del protagonista, el desenlace no es una sorpresa, pero los capítulos finales en los que Papillón consigue escapar de la cárcel con un compañero y todos los vericuetos de dicha huida, han sido los más intensos, en los que quería hasta saltarme las líneas de dos en dos para conocer como iban desarrollándose los hechos. Trepidante, cargado de emoción y aventura en su máxima expresión, te provoca un suspiro cuando te das cuenta de que, finalmente, lo ha conseguido.

Realmente es una historia impactante, de una dureza extrema, sobre todo en el trato que reciben los presos y las penurias y vejaciones a las que se ven sometidos, aunque nos transmite la ilusión de que, a pesar de   atravesar momentos difíciles y desagradables, siempre debemos buscar la "luz al final del túnel" y no perder nunca la esperanza.

Me ha gustado muchísimo, sobre todo por el tesón y la confianza en sí mismo del protagonista que, lejos de autocompadecerse y aceptar la condena sin más, inicia una lucha interna contra un sistema que considera injusto, en aras de lograr su objetivo y, a pesar de los tropiezos y los intentos fallidos, no se desanima y continúa con la lucha hasta que lo consigue. Sin duda es un libro digno de recomendación, que os hará disfrutar de momentos inolvidables.